Mamás que dan biberón a sus bebés los sobrealimentarían: estudio
NUEVA YORK (Reuters Health) -
Muchas madres que alimentan a sus hijos con biberón carecen de información importante sobre cómo darle de comer a sus bebés de manera segura, lo que podría llevarlas a sobrealimentarlos y a que tengan sobrepeso, indicó una nueva investigación británica.
Los niños alimentados con fórmula son más propensos a ser muy pesados, dijo a Reuters Health la doctora Rajalakshmi Lakshman, de la University of Cambridge, participante del estudio. Su equipo quiso investigar por qué existía esa tendencia.
Los expertos revisaron 23 estudios que incluyeron a 13.263 personas. Lo que hallaron los sorprendió: muchas madres que empleaban fórmula se sentían "culpables, enojadas, preocupadas, desconcertadas y fracasadas", indicó el equipo en Archives of Diseases in Childhood.
Las mamás también indicaban que tenían poca información sobre la alimentación adecuada con fórmula y muchas cometían errores en la preparación.
Por ejemplo, muchas ponían primero el polvo en el biberón, en lugar del agua. Esto podría concentrar en exceso la fórmula entre un 10 y un 15 por ciento, dijo Lakshman, lo que genera más calorías de las deseadas.
Debido al fuerte foco en el amamantamiento, muchos proveedores de servicios médicos no se preocupan por darle a los padres primerizos información sobre la alimentación con fórmula, añadió la investigadora.
Uno de los estudios analizados por el equipo reveló que apenas el 21 por ciento de las madres eran instruidas sobre la alimentación con biberón al momento que sus bebés tenían dos meses de edad.
La mayoría de los bebés amamantados recibirán algunos biberones antes de pasar a la alimentación sólida, explicó Lakshman. "Si una mamá toma la decisión de dar el biberón entonces debería recibir información para hacerlo correctamente", agregó.
La investigadora y sus colegas también hallaron que los padres frecuentemente cambiaban de marca de fórmula porque sus bebés se cansaban y temían que sus hijos tuvieran intolerancia. Pero lo más frecuente es que estén sobrealimentados en lugar de presentar intolerancia, dijo Lakshman.
La sobrealimentación no debería ser un riesgo en los niños que reciben biberón, indicó el equipo, dado que los padres tienen más control que los bebés en cuánta leche toman, lo que no sucede con el amamantamiento.
Los padres pueden evitar la sobrealimentación prestando atención a los indicios que brinda el bebé, aconsejó la autora. Tampoco deben darle al bebé más fórmula de la recomendada ni pensar que cada vez que el niño llora es porque tiene hambre.
FUENTE: Archives of Diseases in Childhood, online 14 de julio del 2009
